Siendo todavía muy niña, a la edad de los 18 años me enteré que no podía tener hijos, debido a una agenesia uterina por el síndrome de Rokitansky Kuster Hauser. Desde ese momento supe que mi camino para convertirme en mama iba a ser diferente al de resto de las mujeres.
Cuando conocí a Felipe, encontré en él a la pareja ideal para acompañarme en ese camino, nos casamos, e iniciamos ahí mismo el proceso para entender cuál era la mejor opción para poder tener a nuestros hijos, guiados por nuestro sueño de tener una familia. Lo primero que hicimos fue asegurarnos de tener nuestros embriones en una clínica de fertilidad mientras evaluábamos la opción entre hacer un trasplante de útero o buscar un vientre subrogado. Nosotros somos una familia colombiana y en Colombia este proceso es bastante complejo dado que hoy existe un vacío jurídico en la ley, motivo por el cual averiguamos el proceso en Estados Unidos.
Gracias a un contacto que nos dieron en la clínica Boca Fertility tuvimos el placer de conocer Family Formers. Leila, Teresa y todo su equipo nos guiaron en todo el proceso para poder tener hoy en nuestras manos a nuestra querida Matilde. Su apertura, su disponibilidad de hacer las cosas de forma diferente, su involucramiento en el proceso fue sin duda, la razón de éxito de todo nuestro proceso. No fue un camino fácil a nivel emocional, pues tuvimos una perdida en el camino, y además Matilde nació prematura, pero sin duda el acompañamiento de Family Formers fue indispensable, no solo por su calidez humana sino también por su apoyo en toda la toma de decisiones.
Hoy Matilde es una niña absolutamente sana y feliz, nosotros sus padres le damos gracias a Dios por ponernos a Family Formers en el camino y estamos hoy empezando el proceso para tener el hermanito de Matilde junto a ellos.
Gracias Leila, gracias Teresa, gracias Gerardo y gracias a todo el equipo porque hoy nuestros sueños se han hecho realidad con la ayuda genuina y amorosa de ustedes.
Por siempre agradecidos,
Paula, Felipe y Matilde